Tarta Ópera {versión ligera}

Y así casi sin darnos cuenta llegó el cuarto Desafío del año, dulce y a propuesta de la reina de las tartas, Carolina, que se decidió por ¡una Tarta Ópera! que consiste en varias capas de bizcocho (lo típico es que sea del tipo gioconda, con algún fruto seco) con sirope de café e intercaladas con buttercream. Como por suerte la boss dejó bizcochos y relleno libre, en mi línea de preferencias opté por una versión ligera a base de bizcocho de avellanas y relleno de queso crema y yogur, que ya he preparado para recetas anteriores y queda muy bien.

La única condición que nos puso, eso sí, fue que la cobertura de chocolate no fuese una simple ganaché sino que tuviese el efecto espejo, el cual en mi caso costó dos intentos para que saliese decente (¡la primera me caló el bizcocho por completo!). Será mucho más fácil para quienes tengan un termómetro de cocina, pero el bonito efecto puede conseguirse también sin él. Bueno, vamos allá, que esta es una entrada de las largas, pero que no se asuste nadie. ¡Me costó más escribirla que hacer la tarta!

Ingredientes (molde de 18 cm.):
Para el bizcocho blanco

• 100 gr. de avellanas tostadas sin sal
• 65 gr. de azúcar
• 2 huevos (L)
• 30 gr. de maizena
• 10 gr. de harina 
• 6 gr. de levadura química 
• 15 ml. de leche de soja

Para el bizcocho de chocolate

• 100 gr. de avellanas tostadas sin sal
• 65 gr. de azúcar
• 2 huevos (L)
• 20 gr. de cacao en polvo desgrasado
• 15 gr. de maizena
• 5 gr. de harina 
• 6 gr. de levadura química 
• 15 ml. de leche de soja

Para el relleno:

• 250 gr. de yogur griego (o cremoso) azucarado/edulcorado
• 200 gr. de queso de untar
• ¾ cucharada de edulcorante (o 60 gr. de azúcar)
• 20 ml. de leche 
• 3 hojas de gelatina neutra (de 1,66 gr. cada una)
• 1 cucharadita de café soluble (+ 1 cucharada rasa de azúcar)*
• Unas gotas de esencia de vainilla

Para la cobertura espejo:

• 16,6 gr de agua mineral
• 75 gr. de nata líquida para montar (usé una ligera y quedó bien)
• 90 gr. de azúcar
• 33,3 gr. de cacao desgrasado en polvo (tipo Valor)
• 3,3 gr. de gelatina en hojas 

Elaboración:

Comenzamos por los bizcochos.
Para el blanco:

• Trituramos las avellanas hasta conseguir una especie de harina y reservamos.
• En un bowl batimos las yemas con el azúcar hasta que esté cremoso. Añadimos la maicena tamizada junto con la harina y la levadura y las avellanas trituradas. Mezclamos bien, quedará una masa densa y homogénea. 
• En otro bowl montamos las claras a punto de nieve y las incorporamos a la masa. Primero 2 cucharadas (al principio costará), después el resto con movimientos envolventes para que baje lo menos posible. 
• Pasamos la masa a un molde enmantequillado y horneamos 25-27 min. a 170 ºC. 
• Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Lo mismo para el de chocolate, tamizando el cacao junto la maicena. 

Una vez fríos cortaremos de cada bizcocho 2 planchas de 0,5 cm. cada una y reservamos.  

Para los rellenos, en un bowl juntamos el queso de untar con el yogur, la esencia de vainilla y el azúcar o edulcorante. Batimos hasta tener una textura cremosa. Ponemos a remojo 3 hojas de gelatina y, cuando estén hidratadas, calentamos la leche unos segundos en el microondas. Deshacemos la gelatina en ella y añadimos a un bowl grande, al que vertemos, despacio y mientras batimos, la mezcla de queso y yogur.

Dividimos en 3 (de 150 gr. cada una aprox.) y a una de ellas le añadimos el café soluble y la cucharada de azúcar (o edulcorante) disuelto en un pelín de leche. 

Mezclamos bien y pasamos al montaje. 

En un molde desmontable, con los laterales cubiertos con acetato, ponemos en el siguiente orden: 

1. Bizcocho blanco
2. Crema blanca
3. Bizcocho de chocolate
4. Crema de café
5. Bizcocho de chocolate
6. Crema blanca
7. Bizcocho blanco

De la última capa de crema reservamos una cucharada que se extenderemos sobre la última de bizcocho, para sellarlo y que así no cale la cobertura después (como me pasó en una primera prueba 😓)

Presionamos un poco con cuidado para asegurarnos de que se hayan asentado bien las cremas y metemos en la nevera al menos 4 horas.

Para la cobertura espejo fusioné 2 recetas. Por una parte, tomé los ingredientes de la de Directo al Paladar (divididos en un tercio) y, como no tengo termómetro, seguí los pasos de Chocolatísimo.

Una vez añadida sobre la tarta (a mí me quedó muy finita, y de hecho me sobró casi la mitad de cobertura) guardamos de nuevo hasta que vayamos a sacarla a la mesa.

* Se puede sustituir el café por cacao en polvo desgrasado o cacao soluble tipo Cola-Cao (en ese caso no será necesario añadir el azúcar)

* En vez de emborrachar los bizcochos con sirope de café, pincelé cada uno de los bizcochos blancos con un par de cucharadas de leche de almendra (sirve cualquiera) con ¼ de cucharadita de miel disuelta en ellas y, por su parte, los bizcochos de chocolate con un par de cucharadas de café endulzadas.
* Como lo típico es que tenga forma cuadrada, y utilicé un molde redondo, recorté los laterales, pero no es necesario.

Uff. ¡diría que esta ha sido la entrada más larga en todo lo que llevo de blog!

Para ver las tartas de mis compañeras/o, ya sabéis, al blog del Desafío:

Que, por cierto, el mes que viene cumplirá... ¡4 años!