Ayer, cuando se estaba horneando este bizcocho, lo pensaba, ¡la de tiempo que hacía que no preparaba ninguno en casa! El último que recuerdo haber hecho fue (meses y meses ha) uno de galletas Príncipe al microondas, aunque ese es tan sencillo que casi-casi cuenta como medio :P Y ya que, por fin, ha caído por casa un molde de silicona (bueno, en realidad fueron 3, pero ¡no era cuestión de usarlos todos a la vez!) he querido estrenarlo con un bizcocho cebra, que a pesar de conocerlo desde hace bastante todavía no me había animado.
Lo único malo de este bizcocho es la incertidumbre de no saber cómo habrá quedado realmente hasta que no se corta, pero eso también le añade un punto de emoción. Aunque el dibujo no quedó perfecto, con un curioso efecto reloj de arena por el centro, para ser el primero de este tipo tampoco puedo quejarme, y de sabor estaba muy bueno, que es lo principal. Como siempre, aunque no llevaba idea, terminé haciendo una versión reducida en grasas y azúcar, pero por si alguien quiere hacer la receta tal cual, dejo los ingredientes que deberían ser y entre paréntesis los ajustes que hice.
Ingredientes (molde de 14 cm.)*
Elaboración:
Precalentamos el horno a 175 ºC.
En un bowl batimos los huevos con el azúcar hasta que doblen su tamaño.
Incorporamos la leche junto al aceite (y, en mi caso, yogur griego) y la vainilla y batimos de nuevo. Añadimos los 150 gr. de harina junto con la levadura y mezclamos bien con una espátula.
Vertemos la mitad de la masa en un cuenco y la restante en otro. A uno le añadimos el cacao en polvo y al otro la cucharada de harina. Mezclamos de nuevo con la espátula para que incorporar ambas cosas a sus respectivas mezclas hasta tener dos masas homogéneas.
Con el molde preparado, vamos alternando una cucharada sopera de cada masa, formando círculos concéntricos desde el centro. Si queremos las rayas finitas, bastará con una cucharada, si las preferimos algo más gruesas podemos poner dos de la misma masa cada vez.
Con cuidado damos unos golpecitos al molde sobre un paño en la encimera, para sacar el aire.
- 2 huevos (L)
- 100 gr. de azúcar (utilicé 50 gr. de mezcla de azúcar + stevia)
- 125 ml. de leche
- 125 ml. de aceite de girasol (puse 75 ml. de aceite + 50 de yogur griego)
- 150 gr. de harina (+ 1 cucharada)
- 1 ½ cucharadas de cacao en polvo
- ½ sobre (8 gr.) de levadura química
- Gotas de esencia de vainilla
Elaboración:
Precalentamos el horno a 175 ºC.
En un bowl batimos los huevos con el azúcar hasta que doblen su tamaño.
Incorporamos la leche junto al aceite (y, en mi caso, yogur griego) y la vainilla y batimos de nuevo. Añadimos los 150 gr. de harina junto con la levadura y mezclamos bien con una espátula.
Vertemos la mitad de la masa en un cuenco y la restante en otro. A uno le añadimos el cacao en polvo y al otro la cucharada de harina. Mezclamos de nuevo con la espátula para que incorporar ambas cosas a sus respectivas mezclas hasta tener dos masas homogéneas.
Con el molde preparado, vamos alternando una cucharada sopera de cada masa, formando círculos concéntricos desde el centro. Si queremos las rayas finitas, bastará con una cucharada, si las preferimos algo más gruesas podemos poner dos de la misma masa cada vez.
Con cuidado damos unos golpecitos al molde sobre un paño en la encimera, para sacar el aire.
(me salté este paso por miedo a que se deshiciese el dibujo y sí que quedaron burbujillas, así que recomiendo no seguir mi ejemplo)
Horneamos unos 35 min. Paramos el horno y dejamos la puerta entreabierta 5 minutillos o así para que pierda el calor gradualmente. Sacamos y dejamos enfriar.
Ya sólo queda desmoldar y servir.
Ya sólo queda desmoldar y servir.
* Para adaptar las cantidades a mi molde utilicé la mitad de ingredientes que la receta original, así que si se quiere hacer para uno más grande (de 22 cm. aprox.) basta con duplicar ingredientes y hornear unos 45 min.
Con este bizcocho me reafirmo en mi cada vez mayor preferencia por moldes de silicona, por lo fácil que desmoldan y lo bien que se limpian después. El que usé en concreto también es de Ohgar (aunque pueda parecerlo no me llevé media tienda, pero sí, poco me faltó :P). Ha pasado la prueba tanto en frío, con una tarta de cuajada que no pude fotografiar y que tendré que repetir algún día *-) como ahora en caliente. Ambas veces perfecto. En cambio, un Bundt Cake que tengo de metal más de una vez se me ha quedado medio bizcocho dentro, con el consecuente disgusto :( y como para las veces que lo utilizo no me sale rentable comprar uno de la mundialmente famosa marca de moldes, estos de silicona (buenos-bonitos-baratos) me hacen la mar de feliz.
Y ya me despido. ¡Feliz fin de semana!
Y ya me despido. ¡Feliz fin de semana!
Hola guapa!!!
ResponderEliminarTe ha quedado espectacular!! Pero qué bonito el corte!! Voy a tener que aprender de tí, porque una vez la hice y la verdad no conseguí este efecto. Y la que también me ha encantado es la tarta de galletas Príncipe, me gusta mucho los ingredientes que usas para prepararla y sobre todo lo de sustituir la harina. No te extrañe que caiga prontito ;) 1 besote grande reina!
¡Gracias, Patry! Supongo que igual depende de la mezcla, también hay quien la hace con la típica receta de bizcocho 3, 2, 1 (añadiendo cacao a la mitad de la mezcla) y le sale perfecta. Es cuestión de ir probando. Seguro que a la próxima te sale perfecta :D
EliminarMua!
TODO TIENE UNA PINTA ESTUPENDA,;;;;;
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Blanca! :)
Eliminar