20 julio 2016

Pan de molde de remolacha

Aunque en verano el Desafío descansa de manera oficial, para quienes en estos dos meses seguimos por la red nos quedan los voluntarios, que sirven como perfecta excusa para probar alguna receta de retos anteriores que no hubiésemos preparado todavía y se nos hubiese quedado pendiente de probar. Como este mes sería desafío salado, había que mirar entre estos *reservamos el dulce para agosto 😝
Después de repasar la lista, he optado por el 9º reto: ¡pan!


Últimamente los panes que hacemos en casa suelen ser con panificadora, que ahorra bastante faena, y aunque sea sólo el amasado se agradece. Aunque para el Desafío me apetecía probar una receta un poco más, digamos, historiada. En plena indecisión me acordé del espectacular pan de molde de remolacha que encontré en el blog de Leila, por lo que además sabía que iba a salir bien seguro (encontraréis de todo en su recetario, aunque ella sabe que mi debilidad es ¡su sección árabe! con dulces tradicionales como babuchas de sésamo schbakia)

Pero bueno, dejando de pensar en ellas, antes de que un impulso irrefrenable me lleve a la cocina, y volviendo al pan, una vez probado he de añadir a lo de bonito ¡riquísimo! con una miga muy tierna. Como me apetecía una versión pequeña usé la mitad de los ingredientes, así que si se busca un pan hermoso (o dos, dependiendo de los moldes que usemos) mejor duplicar las cantidades.

Ingredientes:
Masa blanca:
  • 100 gr. de harina* (puse 50 de fuerza y 50 normal)
  • 28 ml. de leche tibia
  • 28 ml. de agua
  • 10 gr. de mantequilla
  • 5 gr. de azúcar
  • 5 gr. de levadura fresca
  • Pizca de sal
Masa de remolacha:
  • 100 gr. de harina* (también 50 y 50)
  • 55 gr. de remolacha triturada
  • 1 cucharada de leche tibia
  • 10 gr. de mantequilla
  • 5 gr. de azúcar
  • 5 gr. de levadura fresca
  • Pizca de sal

Elaboración:
Para la masa blanca:
Disolvemos la levadura en la leche tibia y añadimos el azúcar.
En un bowl hacemos un volcán con la harina junto a la pizca de sal y en el centro vertemos el agua, la mantequilla derretida y la mezcla de levadura. Amasamos hasta tener una bola de masa homogénea. Tapamos y dejamos reposar.

Para la masa de remolacha:
Trituramos la remolacha hasta tener una pasta (a mí me quedaron algunos trocitos pero tampoco pasa nada si eso ocurre).
En otro bowl, hacemos un volcán con la harina y una pizca de sal y en el centro añadimos la remolacha, la levadura desecha en la cucharada de leche tibia, la mantequilla derretida y el azúcar. Como en la anterior, amasamos hasta que quede homogénea y podamos hacer una bola con ella.

Dejamos reposar ambas masas tapadas hasta que doblen su volumen.
(ahora en verano con 1h. suele ser suficiente)

Estiramos las masas por separado con un rodillo, añadiendo un poco de harina en la superficie para que no se nos pegue ni a la bancada ni al rodillo, y le damos forma de rectángulo.

Superponemos las masas y la enrollamos en el sentido de la flecha de la imagen.


Ponemos el rollo en un molde de tipo plumcake, enmantequillado o con papel vegetal, tapamos y dejamos reposar hasta que duplique su tamaño de nuevo.


Una vez haya subido, justo antes de meter al horno, podemos pincelarlo con huevo o, si (como me pasó) os da pereza abrir uno para no usar apenas, con leche, sea vegetal o animal, también queda bien.

Horneamos a 180 ºC durante 25-30 min.
Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Y hasta aquí el Desafío voluntario de julio.
¡En agosto dulce!

2 comentarios :

  1. Que delicia, jamás he probado un pan así, pero me encanta, tengo que hacerlo un día, este para desayunar tiene que ser delicioso. Un besito,
    El baúl de las delicias

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  2. Qué preciosidad de pan , es divino el color que tiene y de sabor ni me imagino lo rico que debe estar. Besos.

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