Kulibiak de atún y setas {pastel ruso}

Y llegó de nuevo el Desafío, que esta vez nos ha llevado lejos-lejos. De la mano de M. Luz hemos cruzado toda Europa hasta llegar a ¡Rusia! De donde es típico este pastel de pescado que se caracteriza por presentar los ingredientes dispuestos en capas separadas. El kulibiak (o coulibiac, o kulebyáka, o *para los valientes* кулебя́ка) típico es el relleno a base de salmón y arroz, al que se añaden otros ingredientes como huevo o champiñones.

Aunque reconoceré que, por una parte, me quedo con ganas de probar el ortodoxo, con su rigurosa capa de arroz, en un intento de que resultase un poco más ligero, lo sustituí por espinacas y de paso incluir algo de verde. La combinación de huevo, setas y este vegetal es de mis preferidas y si a ella se suman el atún (sé que he escrito que lo suyo es el salmón, pero tuve un problema de avituallamiento) y un recubrimiento de masa quebrada pues tenemos casi la comida perfecta 😄

Ingredientes:
Para la base de masa quebrada

• 140 gr. de harina de trigo (utilicé integral pero no es necesario)
• 35-40 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
• 1 huevo (L)
• Una pizca de sal

Para el relleno:

• 2 medallones de atún (o salmón) 
• 200 gr. de espinacas frescas
• 150 gr. de champiñones
• 150 gr. de setas variadas
• 6 huevos de codorniz
• Sal y pimienta

Elaboración:

Preparamos todos los ingredientes del relleno:
- Hervimos los huevos de codorniz (5 min. desde que empiece a hervir el agua);
- Picamos y pasamos por la sartén los champiñones y las setas;
- Hacemos al vapor las espinacas y las escurrimos todo lo que podamos; y
- Damos una pasada por vapor (o a la plancha) a los filetes de atún, lo justo para que cojan color*

Para la base de masa quebrada, juntamos la harina, la mantequilla a temperatura ambiente, el huevo batido (del que habremos apartado una cucharadita para pincelar la parte de arriba del pastel antes de hornear) y la sal. Amasamos con las manos hasta que se integre todo y quede una mezcla homogénea no pegajosa que podamos trabajar.

Extendemos sobre un papel vegetal con ayuda de un rodillo, formando un rectángulo.

Ponemos a precalentar el horno a 180 ºC y, mientras, vamos montando el pastel.

En uno de los lados largos del rectángulo, dejando unos 4 dedos de margen, ponemos:

el atún > las espinacas > capa de setas y champiñones (másmenos la mitad) > los huevos de codorniz (pelados, claro)  > y completamos a los lados con el resto de setas, con cuidado de que no se desaparramen.

Cerramos pasando la masa por encima y juntando los extremos. Es recomendable hacer un agujerito en la parte superior para que cuando esté cociéndose pueda salir el vapor.

Pincelamos con el huevo que habíamos reservado y horneamos unos 25 minutos. 

Deberá quedar dorado por la parte de arriba (si vemos que se hace mucho podemos cubrirlo a mitad horneado con papel de aluminio).
Sacamos, dejamos templar un poco y ¡listo nuestro kulibiak!

* El color rosita de mi atún no es que esté poco hecho, sino que por lo visto en Carrefour (no sé si otros supermercados también seguirán esta práctica) les añaden zumo de remolacha...
¡Sorpresas que se lleva una cuando lee las etiquetas! 😩

Ahora ya sólo queda echar un vistazo a lo que han preparado el resto de mis compañeros en la entrada correspondiente del blog del Desafío:

¡A ver qué dulce nos espera para abril!