Con esta receta doy por inaugurada la temporada oficial de gazpacho y, de paso, la casi bienvenida al verano. Si me hubiesen preguntado hace años, diría que prefería mil veces el invierno y, en cambio, ahora viviría en un verano-otoño perpetuo (incluiría la primavera si no fuese por la dichosa alergia). Pero bueno, volviendo al gazpacho, antes que ningún/a purista ponga el grito en el cielo, aclararé que esta es una de las tantas versiones que existen, ya que en cada casa se prepara de un modo y con unos ingredientes u otros.
Aunque parece que el gazpacho andaluz no lleva pimiento rojo y en cambio sí una rebanada de pan (es decir, justo al contrario de como se ha hecho siempre en mi casa) he seguido permitiéndome estas licencias ya que es como nos gusta y, total, también hay quien le añade sandía, manzana, zanahoria... ¡hasta fresas o cerezas! Así que en comparación este parece más cercano al auténtico, si es que existe tal.
¡Ah! y la monería de cuenquitos donde está servido son de Ohgar (¡las tiendas outlet son un peligro!). También cogí otro igual pero para cremas, aunque ese me parece que lo reservaré para cuando vuelva el frío :P
¡Ah! y la monería de cuenquitos donde está servido son de Ohgar (¡las tiendas outlet son un peligro!). También cogí otro igual pero para cremas, aunque ese me parece que lo reservaré para cuando vuelva el frío :P
Ingredientes (para 2 personas):
Elaboración:
Pelamos y cortamos el pepino y el tomate y los ponemos en el vaso de la batidora.
Cortamos los pimientos y la cebolla y lo añadimos también al vaso junto al diente de ajo y un chorrito de agua.
Pasamos por un chino o colador fino si queremos asegurarnos de que no queden pielecillas de ningún tipo (o las pepitas de los tomates) y dejamos enfriar en la nevera durante al menos una hora antes de servir.
- 1 tomate grande maduro (o 2 medianos)
- 1 pepino pequeño-mediano
- ½ pimiento verde
- ½ pimiento rojo
- ¼ cebolla pequeña
- 1 diente de ajo pequeño
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre
- Agua fría
- Sal
Elaboración:
Pelamos y cortamos el pepino y el tomate y los ponemos en el vaso de la batidora.
Cortamos los pimientos y la cebolla y lo añadimos también al vaso junto al diente de ajo y un chorrito de agua.
Trituramos durante unos segundos, hasta que quede homogéneo y echamos un poco de aceite, vinagre y sal. No especifico cantidades porque va al gusto realmente.
Pasamos por un chino o colador fino si queremos asegurarnos de que no queden pielecillas de ningún tipo (o las pepitas de los tomates) y dejamos enfriar en la nevera durante al menos una hora antes de servir.
* La textura final será realmente la que nosotros queramos ajustando la cantidad de agua, aceite y vinagre que le añadamos. Es cuestión de ir probando hasta dar con la que más nos guste.
¡Feliz viernes! ;D
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