Tenía ganas tantas ganas como curiosidad de probar esta especie de lasaña que en vez de pasta utiliza láminas de calabacín pasadas ligeramente por la plancha para hacer de separación entre las capas de carne picada. Además, he aprovechado para probar los calabacines blancos, que son más pequeños de tamaño pero quizá algo más suaves de sabor. Aunque claro, entre capas de carne, bechamel y queso gratinado nada puede quedar malo 😋
Me gustó la idea de sustituír la pasta por el calabacín nada más verla, ya que es una buena manera de comer esta verdura, que por sí sola también es estupenda como acompañamiento *¡al menos a mí me encanta!* pero por lo general no suele tener muchos seguidores. En casa nos ha encantado esta lasaña, que ahora que lo pienso también recuerda un poco a la Moussakás griega, y es muy muy sencilla de preparar.
Ingredientes (para 4 personas)
- 2 calabacines blancos (o 1 grande normal)
- 300 gr. de carne picada
- ½ cebolla
- 4 - 5 cucharadas de tomate frito
- 2 lonchas de jamón york (opcional)
- 100 gr. de mozzarella rallado
- Sal y pimienta
Para la bechamel:
- 200 ml. de leche
- 20 gr. de harina
- 20 gr. de mantequilla
- Nuez moscada, sal y pimienta
Elaboración:
Cortamos la cebolla en trocitos pequeños y cuando se empiece a pochar añadimos la carne picada.
Cocinamos hasta que coja color, añadimos el tomate frito, salpimentamos, dejamos unos cinco minutos más y reservamos.
Lavamos los calabacines y los cortamos en láminas finas.
Los salamos ligeramente y dejamos 10 minutos.
Los salamos ligeramente y dejamos 10 minutos.
Quitamos el agua que hayan soltado con papel absorbente y los pasamos por la plancha, unos minutos por cada lado. Dejamos las láminas sobre un plato con más papel absorbente.
Para la bechamel, calentamos la leche en un cazo y derretimos la mantequilla en una sartén. Echamos la harina con la mantequilla, removiendo hasta formar una especie de pasta. Dejamos un par de minutos y añadimos la leche muy caliente, sin dejar de remover, hasta que vaya espesando. Salpimentamos y añadimos una pizca de nuez moscada.
Precalentamos el horno a 180º C y montamos las capas de la lasaña.
Enmantequillamos un molde y cubrimos el fondo de calabacín, sobre él ponemos una capa de carne, otra capa de calabacín, más carne, el jamón york (si le ponemos, o también quedaría bien unas lonchas de queso) y una última capa de calabacín.
Cubrimos con la bechamel y esparcimos queso rallado por encima.
Cubrimos con la bechamel y esparcimos queso rallado por encima.
Horneamos 30 – 35 minutos. Hasta que el queso se dore. Sacamos y servimos.
mmm pero que buena! Me gusta el poder comer la lasaña sin tantas kalorias... y la verdad es que tiene una pinta deliciosa...¡me apunto la receta!
ResponderEliminarun saludo!
http://elbauldelasdelicias.blogspot.com.es/
A mí también me ha gustado la idea sobre todo porque se puede camuflar la verdura. Así no hay que pelear con el personal. Besos.
ResponderEliminarUmmmmmmmmmm seguro esta de rexupete que pena no poder meter el tenedor, me encanta el calabacin y esta lasaña te ha quedado divinisima, tomo nota .
ResponderEliminarBicos mil y feliz finde wapa.
Que pinta tiene esta lasaña de calabacín, me encanta me la comería ahora mismo, te ha quedado con una presencia suculenta. Besos Juani
ResponderEliminarRealmente tiene que estar buenísimo! A mi el calabacín de por si ya me gusta mucho, pero es cierto que no a todo el mundo le gusta, de forma que preparándolo así es más fácil de que todos lo prueben y les guste, porqué es cierto, que con la pinta que tiene, es imposible que no esté rico y que no le guste a todos! hehehe ;)
ResponderEliminarBesos!
Pues estupenda, para no echar de menos la pasta¡ que pases un estupendo fin de de semana, muaks¡
ResponderEliminarEsta genial esta lasaña, menos calórica y muy rica de sabor. Feliz rinde.
ResponderEliminarRICOOO LO ARE
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