Galletas de limón

Como el sábado pasado era el cumpleaños de la prima de Ismael y su abuela ya se encargaba de la {deliciosa y tradicional} tarta de chocolate y nata que hace para los cumpleaños de la familia, pensamos en preparar galletas para acompañar el café. Hacía tiempo que no horneábamos ningunas y teníamos ganas de estrenar algunos cortapastas que todavía no habíamos sacado ni siquiera de su envoltorio.

Nos basamos en la receta de las galletas de mantequilla típicas que frecuentemente se decoran por encima para hacerlas más vistosas pero que por sí solas también están riquísimas. Para hacerlas un algo diferentes pensamos que sería agradable el sabor del limón, así que lo incorporamos a la receta. 

Ingredientes (para unas 60 medianas)

• 650 gr. de harina de trigo 
• 250 gr. de azúcar blanco 
• 250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente 
• 1 huevo 
• 1 yema 
• 1 ó 2 cucharadas soperas de leche (puede ser vegetal) 
• 2 limones (su ralladura) 
• Un poquito de sal 
• Aroma de limón y decoraciones (opcional) 

Elaboración:

En un bowl batimos la mantequilla con varillas (eléctricas mejor) hasta que quede cremosa.

Añadimos poco a poco el azúcar y batimos hasta que quede integrado. 

Incorporamos el huevo y la yema batidos y la ralladura de los limones y, si se tiene o quiere, el aroma de limón (nosotros no pusimos).

Agregamos poco a poco la harina tamizada, a la vez que mezclamos.

Cuando se hagan como miguitas añadimos la cucharada sopera de leche (utilizamos de soja) para que ligue. Cuando logremos una bola que no se pegue a las manos, cortamos en cuatro trozos iguales.

Cogemos cada cuarto por separado y lo estiramos con un rodillo entre dos papeles vegetales, hasta un grosor de 5 mm. aprox. Los vamos guardando uno sobre otro en la nevera durante media ahora para que así después cortemos la masa más fácilmente.

Precalentamos el horno a 170 ºC, sacamos una de las masas y cortamos las galletas con cortapastas, dejándolas sobre la placa de horno con un papel vegetal.

Horneamos cada tanda unos 12 minutos más o menos, hasta que los bordes en cuanto apenas se empiecen a dorar. Sacamos y dejemos enfriar sobre una rejilla.

¡Listas!

* Para aprovechar toda la masa, vamos reservando lo que sobre de cortar las láminas estiradas y cuando tengamos suficiente hacemos una bola que volveremos a estirar entre dos papeles y meter de nuevo a la nevera. 

* Para guardarlas es importante que hayan perdido todo el calor. Se conservan sin problemas durante unos 5 días siempre que estén en un recipiente hermético.