Pepparkakor {Galletas suecas especiadas} 🇸🇪

Con este frío apetece hornear dulces para la merienda, acompañando al té o a un café con leche bien caliente. Este tipo de galletas navideñas las conocimos cuando fuimos por primera vez a un IKEA. No sólo nos volvimos cargados de cosillas para casa sino que también se vinieron con nosotros variedad de galletas: de especias, de avena y limón, rellenas de chocolate... Todas riquísimas pero las que más nos gustaron fueron estas. ¡Imposible no coger unas cuantas cada vez que entrábamos a la cocina!

Como para pena nuestra el IKEA más cercano lo tenemos a 3 horas de coche, sólo podiamos disfrutar de ellas una vez al año se puede decir. Cuando vi la receta y la posibilidad de prepararlas en casa no tardé dos segundos en guardarla en favoritos. Al margen de su sabor, es interesante saber que no llevan huevo, por lo que son geniales en el caso de alguna alergia o intolerancia a él.

Ingredientes (para unas 60 galletas medianas):

• 500 gr. de harina de repostería
• 220 gr. azúcar moreno de caña
• 200 gr. mantequilla
• 100 gr. miel de caña
• 1 cucharada de canela molida
• 1 cucharadita de clavo en polvo
• 1 cucharadita de jengibre en polvo
• 1 cucharadita de cardamomo molido
• 2 cucharaditas de levadura química
• ½ cucharadita de sal fina
• Ralladura de naranja (opcional)

Elaboración:

Calentamos la mantequilla unos segundos al microondas, hasta que se derrita por completo. Mezclamos con el azúcar, la miel y las especias.

Añadimos poco a poco y mientras removemos la harina tamizada junto con la levadura, hasta conseguir una masa homogénea. Le damos forma de bola, envolvemos en papel film y metemos en la nevera una hora. 

Partimos la masa en 4 y estiramos cada cuarto entre dos papeles vegetales con un rodillo, debe quedar de unos 3 ó 4 mm. de espesor. Metemos de nuevo a la nevera para que enfríe 15 minutos.

Pasado el cuarto de hora, precalentamos el horno a 200 ºC, sacamos una lámina y damos forma con corta pastas, pasando las galletas a la bandeja de horno cubierta de papel vegetal, con mucho cuidado de no deformarlas. 

Horneamos a 200 ºC unos 7 minutos, siempre cuidando que no se doren en exceso, cogerán más color cuando enfríen. Sacamos, dejamos que templen un minuto (salen demasiado blandas para cogerlas) y las colocamos con ayuda de una espátula sobre una rejilla.

Así varias tandas, hasta terminar con la masa.

Una vez se enfrían se vuelven crujientes y están listas para guardar en un recipiente hermético.


* Si no se quieren tantas se pueden reducir proporcionalmente las cantidades de la receta.