Crema dulce de castañas

Además de calabazas el otoño también trae... ¡castañas! Sólo las había probado asadas (que me encantan) pero cuando el año pasado vi la receta de esta crema en Gastronomía&Cía tardé poco en probarla. Así que no es la primera vez que la preparo, sólo que la anterior fue antes de tener el blog, y como gustó tanto en casa, sabía que iba a repetirla tarde o temprano y aprovechar para preparar algún postre con ella. 

Eso sí, ya no recordaba la paliza que es pelar castañas... ¡Ufff! Y 1kg. que ha sido esta vez. Pero cuando pruebas esta crema (o lo que sea hecho con ella) merece la pena y se olvida el resto. Es sorprendemente agradable de sabor y una vez peladas las castañas, sólo es poner a cocer y triturar, y después aguanta unos días en la nevera perfectamente conservada. 

Ingredientes:

• 300 gr. de castañas escaldadas y peladas
• 300 ml. de leche (usé semi)
• 70 gr. de azúcar 
• 1 vaina de vainilla o esencia (opcional)

Elaboración:

Lavamos las castañas y les hacemos un corte a cada una.
Ponemos agua a hervir en una cazuela y las escaldamos unos 10 - 15 minutos.
Paramos el fuego y dejamos que templen sin que enfríen y las pelamos. 

Cuando tengamos todas peladas, ponemos en un cazo la leche, el azúcar, la sal y la vainilla y dejamos a fuego medio hasta que hierva. Bajamos el fuego, añadimos las castañas y cocemos 20 minutos. 

Si hemos utilizado una vaina, la retiramos, y con una batidora trituramos las castañas y la leche hasta que quede homogéneo. Quedará  espesita (a mí me gusta así) por lo que si queremos que sea más ligera añadimos leche poco a poco y trituramos hasta la deseada.

Se guarda en un tarro de cristal hermético, se deja enfriar y a la nevera, lista para consumir. 

La he utilizado para hacer una tarta pero sirve para rellenar un bizcocho o simplemente untar en unas rebanadas de pan. Tiene un sabor dulce a castañas delicioso ~