Quiche Lorraine 🇫🇷

La Quiche Lorraine probablemente sea de las más conocidas de este tipo de pastel salado. Típica de la cocina francesa, concretamente de la región de Lorena, está hecha a partir de una base de masa quebrada o de hojaldre y un relleno de huevos, nata, queso y bacon. Como todas las quiches, es perfecta para cualquier comida, celebración o salida campera, ya que se prepara muy fácilmente y se acompaña perfectamente de alguna ensalada o algo verde, para compensar 😅.

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Lo típico es utilizar un molde redondo y bajito con el borde ondulado pero se puede utilizar cualquier otro sin mayor problema, incluso de tarta desmoldable. Y, además, aunque la receta de por sí es bastante sencilla, todavía puede serlo más si, en vez de preparar la masa en casa, usamos una comprada. Bon appétit!

Pizza de fajitas

No es nada nuevo que me encantan las pizzas, y lo pongo así en plural porque todavía no he dado con alguna a la que haya dicho que no, ya que hasta la que se suele llamar hawaiana y que lleva piña al final me acabó gustando 😅 Por eso, siempre que preparamos alguna en casa aprovecho para cambiar de ingredientes y probar otra de las infinitas combinaciones que se pueden hacer.

Esta vez ha tocado una de evidentes aires tex-mex, que me apetecía desde que viese un par de veces una imagen por Pinterest de una muy parecida. Tiene el sabor de una fajita, ya que lleva una mezcla de pollo + verduras salteadas + especias, sólo que presentada en forma de pizza. Y, como no podría ser de otro modo, con *mucho* queso mozzarella (confieso que probar el de Arla fue la excusa perfecta para hacer esta pizza :3)

Pizza de 4 quesos

De pequeña me daba asquito cualquier queso que tuviese algo azul en él, y durante muchos años me negué a darle una oportunidad, por más que me dijesen “tú prueba, que está muy bueno, ya verás" pero cuando por fin un día cedí a mi maldita cabezonería y, mirándole de reojo, le di un bocadito a un trozo de pan con queso azul… ¡qué bueno que estaba! Y, además, ¿qué sería de la pizza 4 quesos sin él? 

En realidad creo que no hay ninguna pizza que no me guste. Bueno sí, sólo una, ¡la que lleva piña! que de normal se presenta bajo el nombre de Hawaina. Aunque más que no gustarme es que cuando muerdo un trozo con la fruta siento casi como si me estuviese comiendo un postre y se me hace rarillo, así que la voy apartando... Y ¡que me perdone si lo lee alguien a quien le guste! 😅 

Provolone al microondas

La cocina italiana se puede decir que recuerda básicamente a pizza, pasta y orégano pero el queso también es algo importante por Italia, y este Provolone viene del sur del país. Siempre lo habíamos visto en las tiendas pero nunca nos lo llevábamos hasta que un día nos animamos y fue todo un descubrimiento, se hace en nada y queda buenísimo como dip y también aperitivo.

Esta vez probamos a poner una base de tomate frito y orégano pero se puede hacer solo el queso con especias o con lo que más nos guste. Lo hicimos en el microondas por comodidad pero podría ser al horno, sartén o como apetezca ya que admite muchísimas presentaciones y diferentes cocinados.

Patatas Hasselback con bacon y queso

Se podría decir que junto con el arroz y la pasta, las patatas son otro de los alimentos que sacan de un apuro. Se pueden preparar de mil maneras posibles, todas muy buenas y depende de como se hagan más o menos calóricas. Esta forma de hacerlas quizá no sea la más sana pero ¡un día es un día!.

Lo bueno es que al cocinarse al horno no tienen nada de grasa excepto la que aporta el propio bacon y el queso. Sirven de acompañamiento para carne, pescado o verduras y se pueden acompañar de alguna salsa como la tártara, all-i-oli, mahonesa... a gusto de cada uno ;D

Quiche {sin base} de puerro y champiñones

Llevaba ya unos días con muchas ganas de quiche y, aunque reconozco que una Lorraine hubiese estado genial (aiis), prefería que fuese lo más sana y ligera posible. Cuando vi una especie de pastel salado de puerro y queso en el blog de Olor a jazmín, que es prácticamente una quiche pero sin la base, me pareció una opción perfecta para quitarme el antojo que me perseguía.

Básicamente cambié el queso emmental que ella añade por una bandeja de champiñones, y la leche por leche evaporada, ya que tenía que darle salida a un brick quedaba abierto en la nevera, pero no hay problema en emplear cualquiera de las dos alternativas. Por supuesto, si se quiere, se le puede poner perfectamente una base de masa quebrada, como la de la quiche de brócoli, salmón y queso azul o comprada, sólo que sin ella pues... es más ligera 😅

Pizza de espinacas y quesos

Desde que empezamos a hacer la masa de pizza en casa desterramos las congeladas y las frescas. Las principales ventajas es que sabes exactamente lo que lleva y puedes hacerla a tu gusto o según lo que haya en la nevera e incluso por trozos para que haya más variedad. Aunque normalmente las bases de pizza suelen ser finitas, también las hay que son más tipo focaccia, y esta receta es precisamente de estas últimas. 

La masa queda muy buena y esponjosa, ya que lleva un cubo de levadura entero. El único inconveniente de estas masas caseras es quizá el tiempo de levado pero ¡compensa sin ninguna duda!

Coliflor con bechamel y queso gratinado

Esta receta es de las típicas para nosotros porque está buenísima la coliflor preparada así. Para el gusto de muchos la coliflor no es de los mejores ingredientes que poner en la mesa a la hora de la comida o cena pero hecha de esta manera le suele gustar a todo el mundo, ya que la bechamel y el queso fundido por encima le dan un punto riquísimo, totalmente distinto.

Otra ventaja es que es muy sencilla de hacer, ya que únicamente hay que hervir (o hacer al vapor) la coliflor, preparar la bechamel, echarla por encima, cubrir de queso y meterla en el horno para que este último se gratine y funda. ¡Deliciosa!

Croquetas de berenjena y queso {Eggplant cheese croquettes} 🇬🇷

El pasado 16 de enero se celebró el #diadelacroqueta en Twitter, pero no hemos podido unirnos hasta hoy. Y para la ocasión nos hemos decantado por estas de berenjena, para salir de lo normal. Nos hemos basado en una receta que salió hace tiempo en un documental de viajes por Grecia que vimos pero que no llegamos a apuntar, así que pusimos los ingredientes un poco a ojo y ¡geniales!

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Llevan algo de trabajo pero realmente merecen la pena, además son bastante sanas *teniendo en cuenta que se trata de croquetas* y sorprendentemente no quedan nada aceitosas ni pesadas.