Nos despedimos de este febrero con una receta de pizza, que ya hacía tiempo que no subíamos ninguna. Esta de berenjena, champiñones y huevo es muy sencilla y rápida de hacer, además de ser más ligera que las habituales. Recuerdo que la primera vez que escuché una pizza con berenjena no sólo me resultó extrañísimo sino que también dudé de si realmente quedaría bien. Hasta que la probé y ¡me encantó! Las rodajas de berenjena quedan tiernas y blanditas, y acompaña perfectamente al resto de ingredientes.
Como me apetecía que saliese una pizza con forma redonda *¡aunque fuese por una vez!* y no tengo ningún molde en casa especial para masa de pizzas (al final hasta falta espacio en la cocina con tanto cacharro... xP), como se ve en la imagen recurrí a uno de 22 cm. para quiches o tartas bajitas que compramos en IKEA el año pasado pero que todavía no habíamos estrenado. Quedó perfectamente circular, y con una masa ligeramente crujiente y esponjosa.