Propia de la tradición judía y árabe, me recuerda a las gachas dulces que me hacía mi abuela con harina de trigo, leche y azúcar, así que me hizo ilusión cuando la vi en esta página (en inglés) de una comunidad judía y como tenía todo lo que se necesitaba nos pusimos a ello. El resultado es una crema bastante espesa, dulce y aromatizada con agua de azahar, que deja un sabor muy agradable.
La única pega a la hora de hacer este postre quizá sea el tener que estar removiendo constantemente para que la leche no se pegue al fondo, por lo que conviene dejar todo preparado para añadirlo al momento *a no ser que contemos con la ayuda de algún pinche*. Exceptuando eso es muy sencilla y rápida de preparar. La receta está extraída del libro The Book of Jewish Food: An Odyssey from Samarkand to New York.
- 150 gr. de harina de arroz (muy fácil de encontrar en Mercadona o Carrefour)
- 100 gr. de azúcar
- 1 litro y 1/4 de leche (puede ser desnatada)
- 2 cucharadas soperas de agua de azahar
- 4 granos de cardamomo
- Frutos secos troceados (pistachos sin sal preferentemente) para espolvorear por encima
Ponemos a hervir un litro de leche en una cazuela grande y añadimos 4 granos de cardamomo.
Mientras, en un bowl mediano echamos la harina de arroz y añadimos poco a poco la taza de leche fría, mezclando bien para evitar grumos. Al principio queda como una pasta densa que recuerda en aspecto al requesón, después se vuelve más cremosa y homogénea.
Mientras, en un bowl mediano echamos la harina de arroz y añadimos poco a poco la taza de leche fría, mezclando bien para evitar grumos. Al principio queda como una pasta densa que recuerda en aspecto al requesón, después se vuelve más cremosa y homogénea.
Cuando empiece a hervir la leche sacamos los granos de cardamomo, bajamos el fuego y vertemos la mezcla de la harina de arroz sin parar de remover (¡importante!) con una espátula.
Irá espesando y seguimos removiendo continuamente, sobre todo por el fondo, durante 12 minutos. Pasado este tiempo, añadimos el azúcar y las dos cucharadas de agua de azahar, removemos 3 minutos más y retiramos del fuego.
Irá espesando y seguimos removiendo continuamente, sobre todo por el fondo, durante 12 minutos. Pasado este tiempo, añadimos el azúcar y las dos cucharadas de agua de azahar, removemos 3 minutos más y retiramos del fuego.
Cuando vayamos a servirlo podemos espolvorear trocitos de frutos secos por encima.
Los tradicional son pistachos (tostados sin sal), pero también servirían avellanas o nueces.
בתאבון (¡Buen provecho!)
* Si notásemos que se pega bastante al fondo en algún momento es mejor seguir removiendo sin intentar rascar lo de debajo para que no le de sabor.
Me encanta descubrir recetas diferentes. Qué buena mano tenéis para la cocina y que estupendo ha quedado ese exótico postre. Enhorabuena, Adharae.
ResponderEliminarBesos.
¡Muchas gracias por tus palabras! A nosotros también nos encantan este tipo de recetas porque prácticamente siempre suelen ser una grata sorpresa.
Eliminar¡Un beso!
nunca la había visto me gusta algo nuevo que aprender gracias un besito
ResponderEliminar¡Gracias por pasarte! Parece que no es muy conocida, pero esta riquísima. ¡Un beso!
EliminarHola guapísima!! Jolines, qué receta tan interesante!!! Este postre lo desconocia por completo y tengo curiosidad por probarlo!! Seguro que está deliciso, pero una cosita.. el agua de azahar.. donde se compra?? Es que pregunté en alguna farmacia y me dijeron que no tenían!! Y me interesaba porque me apetecía probar ese sabor!! Que por cierto, esta receta me parece curiosa porque nunca he probado ni el azahar ni el cardomomo!!
ResponderEliminarEs delicioso y encima es bastante sano dentro de lo que cabe, porque con utilizar leche desnatada ya te quitas bastante. Y de harina de arroz tampoco lleva tanto, el azúcar lo sustituyes y perfecto! :D
EliminarAunque en el mail te he dicho que el agua de azahar la compramos en Carrefour he leído que esa misma marca también está en Mercadona, Alcampo, Caprabo e Hipercor (supongo que en el Corte Inglés también) pero en el Mercadona que tengo cerca no me suena haberla visto nunca, aunque igual en el tuyo sí...!
Ya nos dirás a ver si tienes suerte ¡Un beso!
Que interesante receta. Alguna vez he ojeado este libro pero no lo tengo, ahorraré. Yo hize una receta unos knishes judios que espero repetir. Interesante la cocina judia.
ResponderEliminarTienes mucha razón, la cocina de toda esa zona y de culturas similares es muy interesante. Seguro que los knishes estarían buenísimos!
EliminarUn beso!
La verdad es que tiene muy buena pinta y si dices que tiene o te recuerda un poco a las gachas ya estoy haciendo la receta ya mismo
ResponderEliminarHoy lunes no estoy muy inspirada arggg los odio!
bss
loli
Mucho ánimo para este lunes (por lo menos aquí helado).
EliminarTe recomiendo totalmente que la hagas, aunque se coma fría sienta muy bien, ese gustito a agua de azahar es de lo más relajante por lo menos para mi. Espero que si la haces te guste.
Un beso!
Está delicioso! yo lo he probado parecido, con fruta por encima y en lugar de agua de azahar, de rosas, y me encanta!! haré este seguro
ResponderEliminarEn la receta original da la opción de poner agua de rosas o agua de azahar. Por aquí todavía no hemos logrado encontrar la primera y lo estamos deseando porque debe ser buenísimo el sabor y aroma que deje.
EliminarEl que probaste debería estar estupendo :D
Muy buena receta, y poco habitual, no sé por qué no hacemos este tipo de recetas, bueno yo lo intento!!!!! Me has cautivado y me quedo, besos
ResponderEliminarSoy Carmen de http://misbollosyotrascosas.blogspot.com.es/ y has publicado esta preciosa dulcereceta en mi comunidad https://plus.google.com/u/0/communities/111262642080863650725
¡Gracias Carmen! Tienes toda la razón, hay dulces (y también platos salados) de otras culturas o zonas que casi ni se conocen y ¡están buenísimos! Besines
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