Después de los dos últimos retos salados de Tía Alia ya iba tocando animarnos con uno dulce. Ninguno de los dos conocíamos la muselina, y aunque las patatas también nos tentaron lo suyo (¡así preparadas tienen que estar riquísimas!) nos apeteció probar a ver qué tal este postrecito, y ¡nos ha encantado! Es muy fácil de hacer, apenas se necesita nada y, ahora que ya hace calor, sienta genial.
Hemos seguido casi literalmente la receta que puso Carmen a excepción (además de las cantidades) del almíbar, que decidimos sustituirlo por una cantidad menor de azúcar invertido (que también es líquido), para asegurarnos que no nos cristalizase al congelar.
.jpg)
.jpg)
.jpg)
.jpg)
.jpg)