Que a ambos nos faltan horas en el día no es ninguna novedad, pero, aún así, durante el fin de semana siempre hacemos un huequito para preparar (y disfrutar) algún dulce casero. Esta vez han sido unas galletas gorditas que había visto por Pinterest hacía tiempo y en las que el queso de untar sustituye en gran parte a la mantequilla. De textura no quedan crujientes, salvo los bordes, sino que son más blanditas. Digamos que a medio camino entre galleta y bizcocho...
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Tienen el agradable aroma y sabor de la vainilla + las gotas de chocolate que, a veces, se esconden en la masa y al darle el bocadito te encuentras con unas cuantas 😋 Una vez frías lo mejor es guardarlas en un recipiente totalmente hermético, dónde aguantarán perfectamente 2-3 días, ¡si es que duran tanto! Y las que vayamos a comer en el momento, podemos llevarlas a la mesa en un platito tan bonito como este de Ohgar! que me encantó por su dibujo tan simple y tan bonito ♥