Aunque en casa son habituales las galletas de avena sin mantequilla, de vez en cuando me gusta probar otras recetas del mismo estilo que me encuentro por ahí a ver cómo quedan. Bueno, en realidad lo de probarlas se lo dejo más a mi madre, a mí lo que me gusta es hacerlas :P Me parece distraído y relajante preparar la masa y darles la forma. Además, me encanta el momento en que abres la puerta del horno para sacarlas y sale todo el aroma, o cuando las pasas a la rejilla, casi todavía humeantes y se ven allí todas ordenaditas.
Estas son otra alternativa más saludables a las del tipo Digestive que podemos comprar en los supermercados. Quedan más bien sequitas y con un agradable sabor dulce que le da la banana. La ventaja de esta receta es que no lleva huevo, por lo que son aptas en caso de intolerancia o si nos pilla sin ni uno de ellos en casa en ese momento. ¡Que no sería la primera vez que me pasa! >/<