Lasaña de espinacas

La primera vez que probé este tipo de lasaña fue en un restaurante por el que nos dejamos caer de tanto en tanto y que pertenece a una cadena que apuesta por alimentos de la dieta mediterránea y saludable, así que en sus platos predominan las hortalizas, legumbres, verduras y frutas. De aquella lasaña me sorprendió lo buena que estaba, sobre todo teniendo en cuenta que sólo llevaba en el relleno las espinacas. 

Después de insistirle a Ismael para que la hiciésemos en casa algún día, ayer nos animamos. Y el resultado, pues ¡deliciosa! Entre la bechamel, algo de leche evaporada que le pusimos y el queso gratinado se disimula el sabor de la espinaca, así que se hace muy agradable incluso para quienes no son especialmente aficionados a ella. 

Ingredientes (4 personas):

• 6 placas de lasaña (el núm. dependerá del tamaño del molde)
• 300 gr. de espinacas frescas
• 1 cebolla mediana
• 150 ml. de leche evaporada
•  ¼ de cucharadita de maizena
• 100 gr. de queso rallado para gratinar
• Aceite de oliva virgen extra

Para la bechamel:

• 200 ml. de leche
• 20 gr. de harina
• 20 gr. de mantequilla
• Nuez moscada, sal y pimienta

Preparación:

Cocemos las placas de lasaña como indica el fabricante (aunque algunas vienen precocidas), echándolas de una en una al agua para que no se peguen. Escurrimos y reservamos.

Cocemos las espinacas y escurrimos con un colador fino, que suelten la máxima agua posible.

Cortamos la cebolla en daditos pequeños y la doramos en una sartén con un poco de aceite.

Al mismo tiempo calentamos en un cazo la leche evaporada, apartando un poco para disolver la maizena, juntamos y mientras removemos esperamos a que espese un poco. Quitamos del fuego y juntamos con las espinacas y la cebolla y dejamos enfriar.

Mientras, hacemos la bechamel. Calentamos la leche en un cazo y ponemos a derretir la mantequilla en una sartén. Echamos la harina junto a la mantequilla, removiendo hasta formar una pasta. A esto añadimos la leche muy caliente y sin dejar de remover, hasta que vaya espesando. Salpimentamos y añadimos una pizca de nuez moscada en polvo.

Cuando tengamos todo precalentamos el horno a 200 º C y vamos montando la lasaña. 

Ponemos una capa de placas en una fuente apta para horno, intercalando relleno de espinacas, placas, relleno de nuevo, placas otra vez y, en último lugar, la capa bechamel, sobre la que extendemos el queso para gratinar.

Horneamos hasta que se funda el queso y se gratine, quedando la parte de arriba dorada.

Unos 20 minutos aproximadamente.